Danza Consciente: Viajar hacia Uno Mismo

Desde que tenía 6 años, soñaba con ser bailarina y la vida finalmente me dio la oportunidad de vivenciar un poco de ese mundo cuando cumplí los 16. De ahí en más, la danza formó parte de mi vida durante más de una década. Dediqué todo mi tiempo, mi energía y mis ganas a este arte y muchas fueron las experiencias y recuerdos que se grabaron en mi corazón.

Sin embargo, este bellísimo arte tenía un secreto guardado que aún no había sido develado para mí: La Danza Consciente.

Esta danza nace como una de las disciplinas artísticas que dan vida a la expresión del Arte Evolutivo. Como sus grandes abanderadas, Manuela Becerra y Jesica Chorni, llevaron a cabo un seminario de Danza Consciente en donde los asistentes no sólo pudieron vivenciar una nueva forma de expresión artística sino que también, vivieron una experiencia diferente, atravesando la disciplina tradicional desde la observación y conexión que surge desde la experimentación de un nuevo arte naciente.

Este pequeño relato re-significa en mi corazón mi eterno amor hacia una de las artes más bellas que existe y renueva en mí la magia por descubrir la eternidad que porta el arte en cada una de sus expresiones…

Danza Consciente, un viaje al interior del Alma…

Un viaje de búsqueda, conexión y despertar, marcando el nacimiento de un nuevo arte y tuve el privilegio de presenciar ese nacer…

Un nuevo arte, a través de una nueva danza que desafía a su intérprete en la búsqueda de lo increado, a encontrarse con aquello que realmente lo representa, con descubrir su propia esencia y transformarse en la versión más sagrada de sí mismo que sea capaz de descubrir.

La Vida misma fluyendo en cada movimiento. En cada brazo, suspiro, respiración y contracción recordándonos nuestra existencia. Somos seres vivos, latentes, experimentando el milagro de la Vida en cuerpos portadores de dones incalculables e infinitos.

Y todo nace desde la entrega…

La entrega de uno mismo, la entrega de todo lo que somos, la entrega en brazos de dos grandes maestras, moldeando con supremo amor infinito, cada alma abierta a ser nutrida de la conciencia de descubrir el arte que renace y se recrea en cada danza.

Almas milenarias encarnadas en la diversidad más amplia, fundidas en esencia, mientras la belleza del vacío penetra como burbuja de conciencia en cada uno de sus corazones.

La oportunidad de tomar conciencia de uno mismo, mientras la mente se hermana con la energía que nos libera a través de cada paso y secuencia.

Una danza que refleja la gratitud de almas despertando ante la magia de la Vida transformada en arte, en ruptura y creación de un nuevo paradigma que representa la anhelada esperanza de una humanidad, que necesita recordarse en la libertad de la forma, la técnica y la doctrina, para encontrarse a sí misma con la naturaleza que nos contiene y espera en su vientre, colmado de luz y redención.

Toda dificultad, todo dolor, todo miedo, cae ante la plegaria más divina que cada corazón danzante emite en cada suspiro.

Y en esa plegaria, donde los pajaritos de la mente se silencian, donde las batallas con nosotros mismos se disuelven, el movimiento se convierte en conexión, en búsqueda y encuentro, en sonrisas de asombro y gritos de euforia al experimentar, por primera vez, la intensidad de la Vida adentrándose en el cuerpo, expresando la danza interna de las almas, extasiadas de luz y felicidad.

Emoción, belleza y plenitud al descubrir nuevas generaciones de almas dispuestas a volar en conciencia y libertad, con el coraje y el valor de encarnar la continuidad de un nuevo arte, una nueva danza, una nueva expresión.

Nuevas generaciones regalando a esta creación naciente, la sagrada perpetuidad que merece en la memoria eterna del corazón del mundo…

En cada salto, el yo muere, en cada salto, mi alma se eleva, en cada salto crece la entrega, en cada salto, ellas vuelan y yo vuelo con ellas…

Infinitas formas perfectas de mujeres perfectas…

Almas poderosas y ancestrales disfrutando, soltando y liberándose en las olas de vacío, abriendo sus polos internos para ser instrumentos que desbordan en su energía más intensa; desde la expresión más sacra hasta aquel chacra coronario, que ha de consagrarlas con la visión del futuro y el despertar de cada potencial latente por descubrir.

Manuela Becerra, como el ángel en su expresión más pura, guiándonos a explorar nuestras aguas internas. Créanme que en ese instante, sus alas tuvieron el poder de abrazarnos a todos, amándonos, consciente e infinitamente. Maestra de la felicidad y ejemplo consciente de saborear el éxtasis de la Vida en cada suspiro. Su talento y su conciencia asombran e inspiran mientras su cuerpo baila, sus manos sanan y expresan todo el amor que en si misma contiene, sellando para siempre en nuestros corazones, aquella frecuencia angélica tan sagrada que la caracteriza.

Jesica Chorni desde su esencia más pura, encarnando su maga celta, abriendo su corazón para dar su todo, con una intensidad que crecía cada vez más, a medida que nos amaba e incluía en su inmenso corazón. Su danza y su técnica, expresadas desde la pasión que despierta en ella, la posibilidad de ser un nexo entre cada alma presente y aquel potencial que percibe. Ejemplo de entrega y servicio, ofreciéndose a sí misma como elemento contenedor de aquel arte que está naciendo en sus propias manos, dando lugar a una nueva forma de expresión consciente.

Joel Cazeneuve, perpetuando esta experiencia en la retina del alma con la sutileza de un mago en su servicio abnegado, compañero eterno de su maga y el detalle servicial de Facundo Zunino, aquel caballero, fiel y leal compañero del ángel, dejando una sagrada impronta en mi corazón.

Admiración, respeto y profundo amor despertó en mí, observar a cada pareja, cada entidad, trazando conscientemente su propio sendero consagratorio con amor, propósito y humildad.

Y en un sagrado dúo, forjado y contenido en una hermandad eterna entre el ángel y la maga, fuimos bendecidos con su amor y su esencia en esta expedición a nosotros mismos. Nos amaron en cada movimiento, sirvieron con el alma y para nuestras almas, sedientas de absorber toda la magia que juntas transmitían…

Grandes Bailarinas, Grandes Almas, Grandes Maestras de Vida…

Mis hermanas, mis ejemplos, mis eternas y sagradas maestras, enseñándonos a viajar por cada sub-plano emocional, reconociendo cada uno su propio origen, sus propias aguas o conquistando nuevos lugares internos, haciéndonos vivenciar cada destino.

La fuerza de una pasión que me refleja e identifica, expresada como el fuego que nace de un sacro ardiente en esencia y poder, reflejándome mi propia condición interna en aquella danza que movía mi cuerpo, ardiendo con la misma intensidad desde el pensamiento.

Sutilizándome en una sensualidad que refleja el equilibro entre el vacío y el diálogo interno, invitándome a desear aquella mayor aspiración de mi misma, a descubrir ese “algo más” que se esconde atrás de su deseo. Cuerpos encendidos en la atracción eterna de una sensualidad sentida a flor de piel.

Y un mágico momento inolvidable al observar el sacro oficio del sentimiento ante la expresión del vértigo, entregándose al descenso, la sensualidad abriendo plenamente su corazón y amando la entrega que la música proponía y la pasión, conteniendo su fuego, para abordar su proceso de ascenso al misterio de los mundos sutiles.

Y viajando, llegamos al sentimiento, donde el Amor fluía en cada latido del corazón. El vacío contenía el pensamiento y la música se adentraba en el cuerpo, expresándose como la decodificación de cuerpos conectados con la alegría y belleza de la esencia más abstracta.

Corazones ofreciéndose en la alquimia y fusión de cada cuerpo y alma, descubriendo la magia de lo nuevo, en la desafiante experiencia del autoconocimiento.

Y de repente, la magia del sentimiento nos regaló un gran abrazo grupal, ofrendándonos los atisbos del aquel primer despertar…

Un abrazo que nos brindó la plataforma para arribar a la vida anímica, donde no conocemos el por qué, pero sabemos que estamos desbordando de felicidad. Ya no importa la forma o la técnica porque todo se transforma en amor, en magia y en vida.

El agradecimiento descendiendo ante la nota de expresión más sagrada cuando descubrimos finalmente que la Vida es un milagro, la Vida es una fiesta y nosotros somos sus invitados de lujo. Somos honrados con la posibilidad de descubrirnos y bendecidos con la luz del despertar…

Este viaje termina, pero sólo por un instante, regalándonos la promesa de seguir descubriendo nuevos niveles internos al comprender el significado de aquella luz anímica, donde todas las causas se visualizan y comprenden como antesala al mayor salto evolutivo al cual podemos aspirar, encarnando aquel poder anímico, donde descubrimos y comprendemos nuestro propio poder interno, donde el descenso a cada sub-plano es nuestro mayor don, con el único Propósito de ser nosotros mismos, elemento de servicio para el mundo.

Almas buscando su redención…

Almas golpeando las puertas del cielo en un llamado colmado de búsqueda y necesidad a nuestro Dios interno, morando en lo profundo de nuestro corazón como nuestro gran Padre Creador.

Almas suplicando su perdón y absolución, contenidas por una Gran Madre que nos recuerda aquella sagrada condición de creación que cada una de nosotras tiene el potencial de alcanzar, recordándonos nuestra real y verdadera esencia.

Y esa búsqueda, plasmada en ese cielo al que anhelamos entrar, la magia de un paso a paso consciente, como las herramientas primordiales que la Vida nos regala, nos refleja las claves fundamentales para desarrollar este viaje.

La posibilidad de re-conocernos con Atenta Observación hacia lo que sentimos, pensamos, decimos y hacemos, sin condenar ni justificar lo observado, sólo aceptando que aquello que vemos, es exactamente lo que somos, despertándonos la necesidad de cambio y transformación de nuestra humana condición.

Conciencia de Propósito hacia nuestro gran destino, un rumbo claro y definido, un objetivo por alcanzar y un sueño por cumplir. Me siento una gran bendecida por poder aprender y compartir, la visión y el sueño de lo que la danza consciente representa.

Conciencia de Amor, ser ese Amor, dar ese Amor que nunca ha de morir. Ese amor eterno que mora en nuestro propio interior para arribar finalmente a la profunda causa de toda existencia.

Conciencia de Servicio, expresándose cuando la magia y plenitud de la experiencia sintetiza nuestro propio cielo interno, transformándose en aquella copa que derrama de aprendizajes, felicidad y agradecimiento, sirviendo conscientemente a nuestra necesitada humanidad, en amor, luz y conciencia.

 

Observar esta experiencia me regaló la oportunidad de ver brazos convertidos en las alas de un ángel, pies intentando llegar al cielo, piruetas reflejándonos el vértigo y la intensidad de la Vida para enseñarnos a valorarla y re-significar la oportunidad de experimentarla con conciencia y en atención, asumiendo nuestra propia búsqueda, como la llave que ha de darle, destino y sentido a nuestra existencia.

Esta experiencia, selló mi búsqueda hacia un nuevo lugar interno de más conciencia, más atención, más sueños, confianza y creación. Mi corazón se fundió con el de cada alma presente. Desde un sagrado lugar de observación, fui parte de cada movimiento, porque cada sagrada mujer me fue incluyendo en la complicidad de una mirada, en la sonrisa compartida, naciente de la naturalidad de lo inesperado, donde mi cuerpo bailaba con cada una de ellas, mientras sanaba, se entregaba, confiaba y creía, diseñando ese futuro que cada bailarina me fue enseñando.

Admiración, respeto, agradecimiento y eterno amor por haber sido parte de esta creación…

Mi alma fue testigo presencial de un cambio soñado y anhelado por dos grandes almas que tuvieron el valor y la grandeza de compartirlo con el mundo…

Un paradigma caía frente a mis ojos, mientras emergía en nuestra conciencia aquel nuevo paradigma, que representa la consagración de la Vida y la impronta de búsqueda, conexión y compromiso de cada uno de nosotros con nuestra propia alma.

Y una clave final nos fue regalada, como aquel cierre que funde, nutre y alquimiza esta experiencia en un pequeño párrafo que sintetiza el verdadero significado de la Vida y el mayor propósito de nuestra existencia…

“Te advierto, quien quieras que fueres, ¡Oh! Tú, que deseas sondear los Arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de tí mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros… ¡Oh! Hombre, conócete a tí mismo y conocerás el Universo y a los Dioses.”

Oráculo De Delphos